Acepta, respeta, calla, abraza

Cáncer, tumor, enfermedad, autoinmune… Hay algunas palabras que, al escucharlas, marcan un antes y un después en nuestras vidas.

Hasta nos queda grabado en la memoria el momento en que escuchamos los diagnósticos que nos cortan la respiración y pareciera que ni las piernas nos sostienen.

Pueden ser periodos de acercamiento, de acompañamiento, de relativizar, de valorar… El respeto hacia quien padece la patología tanto como a su familia es primordial. A veces ese respeto pide únicamente escucha, silencio, un gesto… sin palabras, sin consejos, sin «deberías» ni «yo en tu lugar». A veces basta un abrazo para sentirnos comprendidos y acompañados, sin cargarlo con palabras. Un abrazo contenedor, que pueda abarcar un poquito de ese dolor para que se vuelva más liviano.

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