Sanando los vínculos

Podemos pasar años con ira y sumergidos en un eterno deseo de venganza hacia un ser querido por algo que hizo o dejó de hacer. Nos revolcamos una y otra vez, viviendo y reviviendo escenas dolorosas, o juzgando comportamientos inaceptables. En la perspectiva de Bert Hellinger, en las constelaciones familiares, procuramos enfocarnos en la imposibilidad y no en la falta de deseo. Es decir, el otro no lo hizo porque quiso, sino que hizo simple y únicamente aquello que podía hacer, aquello para lo cual tenía las capacidades. Y, en este punto, la comprensión es completamente diferente.

Uno de los efectos posibles de las constelaciones familiares es poder dejar atrás la crítica y el reproche con respecto al comportamiento de otros. Sea cual sea la actitud, tanto por exceso como por negligencia, tenemos la posibilidad de realizar cambios radicales en nuestra forma de ver y entender a los otros, dejando atrás reproches y llegando a una profunda comprensión del otro.

Texto sobre fotografía de las estrellas

En las constelaciones, buscamos incluir a todos los integrantes del sistema familiar. Basta con escuchar cómo un representante puede sentirse en el lugar del «excluido» para imaginar el peso y la carga que hay en la familia por querer incluirlo.

En el día a día, también tenemos cantidades de situaciones propicias a la crítica, o al «juicio». ¡Cuánta energía ahorramos cada vez que aceptamos al otro tal como es! Una vez que entendemos que la persona actúa así ya que esa es «su mejor manera», podemos respetar que, así como yo tengo «mi mejor manera», los otros también tienen la suyas. La invitación desde el enfoque de constelaciones es cambiar críticas y reproches, por agradecimiento, comprensión y compasión.

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